Abelia: Armonía y unión.
Abutilon grandifolium: Paciencia y adaptabilidad en el crecimiento.
Acacia: Constancia, elegancia renacer y esperanza.
Acacia morada: Espiritualidad, renacimiento y protección.
Ala mariposa: Transformación, libertad y belleza.
Aliso marítimo: valor, sabiduría, intuición y conexión con la naturaleza.
Aljaba: Protección y refugio espiritual.
Amanacay: Felicidad, amistad, esperanza, pureza y espiritualidad.
Arból de jade: Prosperidad, buena fortuna y equilibrio.
Asclepias: Curación espiritual y transformación.
Bolsa de pastor: Renovación, transformación y protección.
Borraja de campo: Coraje, valentía y protección espiritual.
Cálendula: Pasión, Creatividad, felicidad.
Camarón Rojo: Abundancia, prosperidad y transformación.
Campanilla de invierno: Esperanza.
Centaurea: Felicidad, delicadeza.
Cerezo (flor sakura): Belleza efímera y aprecio del momento presente.
Clematide: Belleza de alma, creatividad.
Corona de cristo: Renacimiento espiritual y resurrección.
Corona de novia: orden y sincronicidad
Crisantemo amarillo: Amor desdeñado, menospreciado.
Crisantemo blanco: Sinceridad, verdad.
Crisantemo: Eternidad.
Crisantemo naranja: Amor frágil.
Crisantemo rosa: Eterno amor, amor a larga distancia.
Crocosmia: Pasión, creatividad y entusiasmo.
Diente de león (panadero): Esperanza, deseo y transformación.
Dimorfoteca: Optimismo, alegría y positividad.
Don Diego de la noche: Protección espiritual y conexión con los sueños.
Duranta: Esperanza, equilibrio y superación.
Erica: Protección, fuerza y conexión con la naturaleza.
Flor de serpiente: Renacimiento y transformación espiritual.
Flor de suculenta (Echeveria): Persistencia, resistencia y autoestima.
Flores de Paraíso: Esplendor, belleza y gratitud.
Fumo bravo: Purificación y conexión con lo sagrado.
Ginkgo Biloba: Longevidad, esperanza y sabiduría ancestral.
Gomesa bifolia: Unión y armonía.
Gypsophila: Felicidad.
Helecho: Protección, renovación y conexión con el mundo espiritual.
Hierba de campanario: Protección y purificación espiritual.
Hortensia: Gratitud, sinceridad y abundancia.
Hongos: Renacer interior.
Jacarandá: Elegancia, belleza y amor desinteresado.
Jazmín amarillo: Modestia, timidez.
Jazmín blanco: Amabilidad, apego, amistad, belleza delicada, gracia.
Jazmín del cielo: confianza propia y hacia cercanos, siendo también símbolo de lealtad y socialización.
Jazmín de leche: amabilidad y cariño.
Jazmín: Belleza y amor. Atrae la armonía y la alegría al hogar.
Kalanchoe: símbolo de resistencia, perseverancia, amor y afectividad.
Lantana: Felicidad.
Lavanda: Constancia, pureza, silencio.
Lobelia erinus: Distinción, esplendor.
Malva Silvestre: Apacibilidad.
Margarita: Simboliza la inocencia, la pureza y la virginidad.
Margarita blanca: Se utiliza para seducir a la persona amada.
Margarita blanca y rosada: Sólo tengo ojos para ti.
Margarita rosa: Amor tímido o inocente.
Membrillo: Tentación.
Menta: Virtud.
Pensamiento: Recuerdo, meditación, reflexión.
Pensamiento amarillo: Deseo lleno de poesía.
Pensamiento azul: Confío en tu amor.
Pensamiento blanco: Amor que comienza, te respeto.
Rosa: Amor, pasión, romanticismo, dedicación.
Rosa amarilla: Debilitamiento del amor, celos, desconfianza, amistad, dulzura, cariño.
Santa rita: pasion y bienvenida.
Senna de campo: Transformación y sanación espiritual.
Talinum paniculatum: Renacimiento y superación.
Trébol Rojo: Industria.
Trébol blanco: Buena suerte, protección y esperanza.
Tulbaghia: Purificación, protección y fuerza interior.
Vara de Oro: Prosperidad, éxito y sabiduría.
Verbena: Encanto.
Verónica: Fidelidad.
Viburnum tinus: Intuición, protección y conexión con lo espiritual.
Zanahoria silvestre: Fertilidad, creatividad y vitalidad.